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Plataformas de alianzas: un mecanismo para avanzar hacia el desarrollo sostenible


Imagen: Gobierno MX



Desde la Cumbre de Río, hace 29 años, hemos evidenciado una preocupación a nivel mundial debido a los desafíos que enfrentamos para lograr el bienestar de nuestro planeta y por ende, de todos nosotros. Si bien es cierto, esta preocupación data de años atrás, en la Cumbre de 1992 en Brasil fue donde los gobiernos, empresas y la sociedad civil demostraron sus compromisos para ayudar a encontrar el equilibrio del planeta.


Conforme han ido pasando los años, los compromisos han evolucionado, y por qué no decirlo, han incrementado. El 2015 es un claro ejemplo de ello, un año importante donde 193 países firmaron la Agenda 2030 par el desarrollo sostenible, evidenciando una vez más que el progreso debe ser abordado desde un enfoque sistémico, interdependiente y que convoque a la acción de todos los actores y sectores de la sociedades mundiales para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).


Contribuir a los ODS es un proceso de introspección, nos lleva a mirar adentro de nuestras organizaciones y sociedades, y replantearnos muchas cosas que creíamos estar haciendo bien, pero que ante la realidad mundial, sabemos que podemos hacerlo mejor y en colaboración con otros actores para garantizar su cumplimiento.


Ante este escenario hay un mecanismo que se viene implementando en diferentes partes del mundo y que busca integrar esfuerzos, recursos y roles en torno al desarrollo sostenible: las Plataformas de Alianzas. Hace unas semanas participé en webinar “Partnership Platforms - National Mechanisms for Advancing SDG Implementation” donde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y The Partnering Initiative (TPI), a través de su iniciativa “The 2030 Agenda Partnership Accelerator”, presentaron un reporte de la tipología de estas plataformas, las experiencias más destacadas a nivel mundial, y los desafíos que enfrentan.


Las plataformas de alianzas son un mecanismo usado para describir diferentes tipos de espacios articulados, entre ellos tenemos plataformas de alianzas enfocadas en diálogo, plataformas que buscan generar el intercambio de experiencias, plataformas que impulsan el reporte y establecimiento de estándares comunes, y plataformas de alianzas transformadoras.


Imagen: Presentación Dave Prescott, TPI


Sin embargo, hay pocos casos de plataformas de alianzas que hayan persistido en el tiempo y generado data sobre el impacto alcanzado o información relevante para replicarlas. Al respecto, se estima que recién en 5 años una plataforma puede ser autosuficiente y algunas fracasan antes de llegar a ese momento.


LA IMPORTANCIA DE UNA PLATAFORMA DE ALIANZAS

En el webinar conformado por panelistas de diferentes partes del mundo, intercambiaron experiencias internacionales en torno a la importancia de contar con plataformas de alianzas para la aceleración de la Agenda 2030 y la reconstrucción sostenible frente a las consecuencias de la pandemia generada por el COVID-19.


Los panelistas compartieron los desafíos y oportunidades de impulsar las ODS desde sus países, coincidiendo que el sector público y la cooperación internacional son quienes promueven la conformación de las mesas de este tipo, pero ha sido fundamental que la sociedad civil y el sector privado también refuercen su rol en éstas, de manera que se evite caer en un control burocrático y más bien se genere un balance democrático en las plataformas.


Entre los principales desafíos mencionados en el webinar destaco la necesidad abordar con detenimiento la falta de confianza de los actores convocados por el sector que impulsa la plataforma; la ejecución local de los planes que se plantean desde la plataforma; la presencia de iniciativas aisladas en búsqueda de notoriedad y las barreras psicológicas que nos anclan a permanecer en la zona de confort.


Mirando la realidad país que vivimos, estos desafíos también están presentes en Perú. Pero no solo eso, a ello se suma que nuestro país aborda un serio problema de confianza. Según la “Encuesta Mundial de Valores” (2017 - 2020), Perú tiene los niveles de confianza interpersonal más bajos del mundo, junto con Albania, Colombia, Indonesia, Nicaragua y Zimbabue; además es el país de la región con el menor nivel de apoyo al sistema político y el más bajo nivel de satisfacción con el funcionamiento de la democracia, según el Informe “Cultura Política de la Democracia en Perú y en las Américas” (2018-2019).



Imagen: El Periódico


Esto no solo refleja la falta de confianza hacia las organizaciones e instituciones, sino también la desconfianza que generan las personas que las representan. Para ello, será necesario un cambio cultural estructural que revierta la desconfianza latente que tenemos los peruanos entre nosotros y para con nuestras organizaciones. También es importante recordar que a largo plazo, el trabajo en alianzas genera nuevas oportunidades para todas las partes involucradas, así podremos juntos generar un ambiente que propicie y aliente la creación de plataformas y de alianzas transformadoras para atender los importantes desafíos que tenemos como sociedad.

Sin embargo, es importante reconocer que existen plataformas nacionales que ya vienen trabajando con una visión de articulación frente a los desafíos a los que nos enfrentamos, pero ¿cuántas de estas plataformas proponen estrategias, planes de acción conjuntas o propician el espacio para desarrollarlas? ¿cuántas de estas plataformas traen a la mesa de discusión a los grupos poblacionales que viven desafíos sociales?


Existe una gran oportunidad de buscar pasar del diálogo (muy necesario, por cierto) a la acción, con una visión inclusiva y poniendo como prioridad la consecución de los objetivos que nos planteamos, más allá de la notoriedad que estos puedan tener para quienes las impulsan. Tengamos en cuenta que el panorama de la integración y la interacción está cambiando, y creo que podemos ser más creativos y pensar que esta reconfiguración necesita estar acompañada de cambios estructurales y culturales para ser un poco más valientes, más generosos y, al mismo tiempo, ser más conscientes.


Hoy estamos atravesando dos escenarios retadores como personas a nivel individual y como sociedades. Uno de ellos son las consecuencias de la pandemia generada por la COVID-19, las cuales nos están dejando evidencias y una gran necesidad de trabajar y crear soluciones en conjunto. Por otro lado, estamos en épocas electorales y vamos a tener nuevos líderes gubernamentales en los próximos meses. Aquí tenemos una oportunidad de re-mirarnos individualmente y a nuestras organizaciones para acercarnos con una visión diferente, más amplia y articuladora, a los nuevos tomadores de decisiones gubernamentales frente a los importantes y complejos desafíos que tenemos.


El mundo avanza en medio de muchos retos, cada vez más globales. Está claro que necesitamos más que nunca potenciar la colaboración que nos lleven a alianzas efectivas para reconstruir nuestras sociedades y hacerlas más sostenibles.


Escribe: Faride Nazar A., Consultora de Soluciones Conjuntas

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